19.9.12

Platón.



Mientras leo la columna de hierro, mis pensamientos evocan tu belleza, tus formas.. tus gemidos y tus palabras y de ello surge lo siguiente:

Te miro.

mientras tus pupilas se dilatan al máximo.
te siento entre mis huellas digitales lo terso de tu piel.
que se enchina a cada recorrido de mis dedos.
son caricias tiernas, nobles; son caricias de amor.
no dejo de mirarte, me encantan tus detalles y tus formas.
-te digo-"me encantas", "eres hermosa" -te afirmo-
hoy jugamos sobre las sábanas, brincamos como críos en la cama.
después de cierto rato nuestras fragancias se entremezclan.
al final, solo... solo queda el aroma de nuestro amor...
tan sutíl y tan intenso, y eso si es bonito.
y eso... eso si es de Dios!

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